Alcalá podría perder otro de sus hitos culturales y quedarse a la zaga del mundo cultural internacional

Otra gran institución podría irse de Alcalá 171 años después del traslado de la Universidad: el Instituto Cervantes. ¿Evitarán el traslado las instituciones municipales y la ciudadanía complutense?

Por Llorencias

Alcalá de Henares vuelve a vivir una etapa triste en su historia de pérdidas institucionales. Primero fue el traslado de la Universidad Complutense a Madrid; 30 años después Alcalá pasa de depender, en lo eclesiástico, de Toledo a hacerlo de Madrid sin posibilidad siquiera de que la nueva diócesis llevara el nombre Alcalá-Madrid puesto que instaurar la sede del obispo en la Colegiata-Magistral de Alcalá era impensable para los razonamientos centralistas.

Bien es verdad que tanto la universidad como el obispado complutense se volvieron a instaurar pero las décadas de calamidad de la ciudad alcalaína que la sumieron en un deplorable estado de abandono y subdesarrollo supusieron un parón del que es imposible recuperar la grandeza que tendría Alcalá en caso de no producirse estos expolios. No hace muchos años, el Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) vuelve a abandonar nuestra tierra. Hoy, la sede del Instituto Cervantes es trasladada a la capital de España.

Es evidente que el Cervantes no es una institución alcalaína sino estatal, por lo que no es un derecho legítimo de Alcalá el poseerlo y evitar que sea trasladado a otra ciudad española. Huelga decir que cabe en la lógica que el instituto tenga su sede en la capital española atendiendo a razones de centralización y concentración de órganos estatales.

Pero el instituto, desde su fundación, tendría sede en la cuna de Cervantes como homenaje a la vocación de la capital complutense por lo cervantino y la divulgación del castellano o español. Alcalá, ciudad convertida en segundona o tercerona, carcelaria o conventual, y con conspicuos problemas de arraigo social tuvo la oportunidad de ser sede de algo más, en este caso de la institución que divulgaba el castellano por el planeta.

Esta sede haría de Alcalá aminorar su carácter de ciudad dormitorio, satélite y despojada de la oportunidad, que es de justicia, de capitalizar al menos su comarca. Mucho se escribía en la prensa local que el Cervantes no se implicaba en la Ciudad. ¿patrocina el Parlamento Europeo las fiestas patronales de Estrasburgo?. La respuesta es que no pero convierte a la ciudad alsaciana en un referente internacional. Alcalá, de momento, era la sede central y mundial del Instituto Cervantes, que no es poco y por sí solo compensa que ocupe un edificio municipal y que todos los alcalaínos y alcalaínas deberíamos ceder, orgullosos, para la consecución de la grandeza y desarrollo internacional de nuestra Alcalá.

Definitivamente hemos vivido este verano el abandono definitivo del Cervantes como institución con sede en Alcalá para alojarse en el tan nombrado edificio de las Cariátides en la calle madrileña que conducía a la vieja Complutum. El futuro sobre la actividad en el Colegio del Rey de la Calle de Libreros es incierto. Esperamos, espectantes, las negociaciones del alcalde Bartolomé González en septiembre.

En un reducido contexto social alcalaíno, se palpaba cierto revuelo. La prensa advertía sobre la fuga y llamaba a la protesta social haciendo un paralelismo al célebre traslado de los papeles del Archivo de Salamanca a Cataluña. No han faltado las voces de quienes atribuían un fondo político PP versus PSOE a estas arengas y a los recientes posicionamientos del consistorio alcalaíno, el cual ha construido un frente común con el gobierno de la autonomía CAM para, si no paralizar, atenuar el traslado.

El pueblo llano complutense ha permanecido ajeno. La polémica no ha trascendido a un nivel que haya llegado masivamente a los ciudadanos de nuestra provincia. Las movilizaciones no se han producido porque, entre otras cosas, no se han convocado. ¿le importa al pueblo complutense que Alcalá deje de ser la sede central y planetaria del Instituto Cervantes?. ¿está dispuesto el ciudadano de a pie que su ciudad pierda un hito que la dota de cierto prestigio y que la hace menos suburbio impersonal de la órbita madrileña?. Lamentablemente, otras voces han reclamado que el Colegio del Rey deje de ser sede de un órgano que no repercute en Alcalá para que sea de uso y disfrute del ciudadano. Craso error, a nuestro entender.

De todos modos, creemos que entender que el Cervantes deba organizar festejos o actividades, que el Cervantes deba marchar para recuperar el Colegio del Rey como espacio municipal de lujo, que los posicionamientos contra la marcha del Cervantes sean vistos como un oportunismo político contra el gobierno central del PSOE y el mutismo y pasividad social son altamente peligrosos para asegurar este hito que hace de nuestra ciudad un referente cultural e internacional.

Logremos unanimidad política por hacer un proyecto de ciudad "más capital" y tomemos parte activa los ciudadanos de a pie por mantener, si no aumentar, la categoría de Alcalá como ciudad con señas de identidad más alejadas de lo esperable para los genuinos municipios dormitorio. La cesión municipal del Colegio del Rey para engrandecer Alcalá bien merece la pena.

Enhorabuena por el blog y esperemos más participación de la sociedad por este loable objetivo que perseguís.